Lunas nuevas.
Cargadas de esperanzas
por el nuevo amanecer.
Lunas crecientes.
Que a la felicidad se aferran
para luego, dejarse caer.
Lunas menguantes.
Pequeñas, tristonas,
pero cuando llegue la hora…
sabrán ponerse en pié.
Sí, todos tenemos lunas,
el que más o el que menos.
Pero pocas veces se encuentran
grandes lunas como esta.
Tan pequeña, tan vivaz.
Brillante luna llena,
rebosas felicidad.