Que bonito es ver el atardecer, con su rojo carmín de el amanecer y la luna,
tocando el mar. La noche crecía poco a poco y un poco mas.
No nesesito escuchar, ni hablar, ni sentir. Para que escuchar el
mar, para que hablar con el viento, para que sentír.
En esta noche, donde la luna nos canta, donde el
viento nos junta y el frió nos abraza. En esta noche donde
no hay ruido, se puede escuchar un latido de el corazón.
La luz de la luna, es mi guia. El brillo de tus
labios, el reflejo en ellos, se siente, tientan
pero yo solo quiero verte, simplemente verte.