Alejandro

Situaciones macabras

Los adioses no se acuerdan

de sus dioses,

hay adictos, hasta al asco,

y las verdades son mal vistas

si quieren sobrevivir.

 

Dame dos malos pensamientos

para tener donde escoger,

dame un poco de desprecio

para no ponerme a correr.

 

Un bostezo de fuego

me calienta las desgracias

y sonrío, sonrío porque el alma

nunca se ha dejado ver.

 

Las caricias de un enfermo

les atacan: no te me acerques

ni me tientes, ni me observes,

ni digas palabra alguna si te quieres...