Me miro al espejo cada día
nunca veo nada nuevo en mí;
ni la luz, ni una dulce melodía,
nada me hace despertar, me lo temí.
Un nuevo día, se supone todo es nuevo
un nuevo día, no aprecio el amanecer
es un nuevo día y solo mi sombra observo,
solo Dios sabe porqué, eso debe ser.
Solo Dios sabe porqué hace las cosas,
si el nuevo día me depara completa felicidad,
si las jornadas de trabajo serán dolorosas
si ante la tormenta se interpone la amistad.
Solo Dios sabe porqué estoy aquí
sin nada que decir, y a la vez diciendo todo,
con un cúmulo de tristeza dentro de mí
preguntando sobre mi existencia y ensuciándome de lodo.
Si el ave vuela lejos de mi cielo
con su parvada que vuelan detrás al instante
y se alejan desesperadas con recelo,
queriendo ser un todo y parecer un diamante.
Solo Dios sabe porqué nací mujer,
solo El sabe porqué estoy tan sola,
y aunque sé que ya llegó el momento de volver...
Solo Dios sabe porqué estoy aquí y ahora.