Sentado en la barra de un bar,
Con el alma entristecida por la pena,
De haber perdido a mi amada,
De pronto apareciste tú en la puerta
Como arrancada de algún cuento de Hadas
Te acercaste lenta mente al mostrador
Tu tabaco de tus manos cayó al suelo
Yo me agache amable mente a recogerlo
Tú me dijiste muchas gracias caballero
¿Qué te pasa bella dama? Pregunte
¿Porque tienes el rostro entristecido?
Hace poco caballero contesto,
Hace poco he perdido a mi marido
Si te sirve de consuelo te diré,
te diré que a mí me pasa lo mismo
Yo también he perdido a mi mujer,
hace tiempo se marcho con un amigo.
Por eso… no vale la pena que tengamos que llorar
Ven, tomemos unas copas, y empecemos a olvidar
Tomamos varias copas los dos juntos
En todo el tiempo no parábamos de hablar
Pagamos la cuenta y nos marchamos,
y salimos a la calle a pasear
Al llegar a la puerta de tu hotel,
iluminada por la luz de una farola
Me dijiste por favor sube conmigo,
que esta noche no quiero quedarme sola
Me besaste en la boca al entra en tu habitación,
Quise decirte mil cosas pero me quede sin voz
Y se unieron nuestros cuerpos
Igual que el cobre fundido
Fuego salía de tus labios fuego salía de los mío
Ya nunca olvidare la habitación de aquel hotel
Donde hicimos el amor por vez primera
El invierno que azotaba ya mi vida,
En un instante lo volviste primavera
As dejado mi corazón limpio de espinas
Y de aquel viejo dolor no queda nada
Te metiste para siempre ya en mi vida
Para vivirla como en un cuento de Hadas.
Autor: Joaquín Méndez. 17/01/2011.