Esta tarde de otoño,
En que a mi encuentro vienes,
Por el empedrado sendero,
Donde cristales y laureles crecen.
Mi niña preciosa,
Estas en la torre blanca,
Sobre el lago lleno de peces,
Donde las estrellas duermen.
Con tu belleza
El cielo se muestra ausente,
Ya no duerme,
Sólo, para todo el tiempo verte.
A donde vas te persigue,
Sin, por nada detenerse,
Por ti las estrellas palidecen,
Y se derrite, a tu paso la nieve.
Eres mi niña preciosa,
Te amo sin medida,
Mi princesa hermosa,
Con amor curas todas las heridas.
Mi niña de tiernos embelesos,
Escrita con inocentes besos,
Mi inmortal paloma,
A tu luz huye la sombra.
En ti la luna vierte
Su cristalina miel,
Para endulzarme mi locura,
Para abrazarte con premura.
"Miroslava, mi niña preciosa y amada, te quiero aunque estes en la distancia."
“Eres mi oda, eres mi niña de plata, oro y hada, mi luz escarlata.”