Tu amor dejo un dolor como lo deja una espina,
y aun así Dios creo las espinas
y de entre las espinas nacen rosas,
y de una espina nacieron mis hijas hermosas.
Las espinas protegen las delicadas rosas,
pero tú, espina asesina, solo supiste ser eso,
espina que destruye rosas, sí las dos rosas,
las más preciosas que Dios te dio a proteger,
preferiste ser espina, olvidando la protección,
solo supiste ser espina que solo sabe herir.