Puedo escuchar tu dolor
Que hace eco en un gran abismo rojo
Puedo sentir como el agua turbia
Corre en la trama de la vida
Puedo oler la esencia del enigma
En el infinito desierto del cosmos
Puedo caminar sobre el inútil sendero
De lo incomprensible y lo inexistente
Puedo soñar sin ningún propósito
A través de los vastos jardines de mi mente
Puedo atravesar la puerta del universo
Y ver la intrascendencia de mis sueños
Puedo beber de la fuente de lo incierto
Y llenar mi mente de preguntas sin respuesta
Puedo corromper con mi aura
A las ovejas que corren en los pastizales de mi cuerpo
No puedo saber el destino de la bóveda roja
Que guarda mis sentimientos
No puedo caer en el profundo sótano de tus pensamientos
No puedo pero quiero creer en el falso lienzo que me ata
A los engañosos oasis de tu hermosa silueta.