FELINA

ERA EL AMOR QUE ME LLAMABA

El amor llegó a mi vida

 

un día de madrugada,

 

cuando apenitas

 

estaba rayando la alborada.

 

Sentí un repicar de campanitas

 

y era el amor que me llamaba,

 

yo corrí a su encuentro

 

feliz y enamorada.

 

Pero en donde está que no lo veo...

 

me dije para mis adentros.

 

De pronto me envolvió un viento

 

y era el hálito de su aliento,

 

susurrándome al oido

 

palabras tan hermosas

 

que ni para que les cuento...

 

Era como un jardín de rosas

 

con todo su encantamiento,

 

pétalos de terciopelo

 

que se abrían al momento

 

de llegar las mariposas

 

para libar sus mieles.

 

Nos tomamos de las manos

 

sintiendo nuestras pieles

 

y con mi cabello al viento

 

muy alegres danzamos,

 

corriamos por la campiña

 

sintiéndome yo una niña.

 

El sol acariciaba nuestros cuerpos

 

inundándonos de luz el alma,

 

yo me decía en mis adentros...

 

¡Qué feliz soy!...no quiero perder la calma

 

que me produce este amor,

 

que un día con el alba nació

 

y como un botón de una rosa se abrió,

 

para perfumar la nostalgia

 

que habitaba en mi corazón.

 

Felina