Viniste a mí, regalo de la vida,
sonrisa extranjera que adopté
arrulllo, mar, gaviota decidida
canción eterna de la cual me enamoré.
Trajiste la esperanza ya perdida
aromando mis sueños, extraviados de mujer;
te hiciste compañera en el destino
dulce de arope de mi amargo ayer.
Soñamos que al final las noches fueran
calientes a la orilla de la piel.
Hoja y rama explotando en primavera
abeja y flor, amor, después la miel.
Río de abrazos, arroyos nuestros besos
Plantas tus manos, perfumes de jazmín
naturaleza que arranca mis deseos
efervescencia que crece y vive en mí.
Una burbuja de amor flota en la brisa
mi aire, el tuyo, unidos entre sí
enmorados la vida va sin prisa
oxigenado respiro.Y soy feliz.