Comenzamos la suma perfecta de un cruce de vidas que sumadas dan la ecuación perfecta en cuanto a una relación refiere.
Pasó el tiempo y no supimos multiplicar esfuerzos para seguir creando formulas que resolvieran las complicaciones que día a día se nos iban presentando. Formamos un amor que no podía ser exacto aun si lo elevábamos al cuadrado porque entonces nos percatábamos que no caminábamos a la par del otro.
Me dí cuenta que nuestros errores nos llevaron a utilizar como base la división de nuestros ideales, nuestras metas, nuestro rumbo y que por eso el día de hoy nos tuvimos que separar, porque la división fue más poderosa usándola de la forma incorrecta para ver el día de hoy que nos dividimos.
Me doy cuenta que las matemáticas no aplican en el amor cuando no sabes usar los signos, pero también me doy cuenta que si se saben usar de una manera positiva y correcta, la suma ayudará a sumar las fuerzas de dos personas y la relación será poderosa y fuerte que no podrá tambalear por nada. Saber que si se usa la multiplicación será para siempre construir lo deseado el uno a la par del otro siempre obteniendo como resultado una cifra mayor de amor y comprensión. Ver que la división no es el tener que dividir la relación, sino el darse cuenta que la división se aplica cuando todo lo que uno tiene se comparte con el otro siempre para fortalecer ese sentimiento que crearon por la suma de su individualismo. Viendo todo esto se podrá obtener la ecuación mas compleja y perfecta que entre seres humanos se puede crear, ya que será el complemento ya no de números, sino del alma aplicando la formula del amor a su máxima potencia.
DeL MaR