Pueden ser sólo palabras y nada más
grabadas a fuego en las entrañas
de recuerdos y de sueños,
de latidos y de suspiros.
El hielo de mis ojos se funde
ante el más bello atardecer.
Un fino horizonte se confunde
entre verdades que han de emerger.
Hay un futuro incierto en el corazón,
la llama perdida en el frio invierno
no deja mas que cenizas y carbón,
esperando el ave que resurja al viento.
Otras cenizas se tornan brasas
con las lágrimas del silencio
un llanto eterno apagará las ascuas,
un llanto eterno, un llanto eterno.