El aire matutino
la voz firme de la mañana
que entre ecos rocosos y ásperos
retumba y se pronuncia…
La hierba húmeda
tendida cual alfombra,
el cielo sobre mí
infinito, extendida mar azul.
Respiro profundo
y el aire impoluto me eleva
retozo en el prado
pruebo el agua dulce del rio.
Me alimento de la tierra
me siento parte de ella,
me despojo de represiones
de cohibiciones de la mundana civilización.
Cada sol y cada luna aquí,
mi existencia placentera,
cada ser vivo
hermano mío.