y compararte
aunque sea en vano
dicha labor.
Porque encontrar
un mármol policromo como tú,
es tan imposible
como ver el mar en todo su esplendor.
Dejame mirarte,
y contemplarte aunque el ocaso
se cierne sobre mi
para enterrarme para siempre
en el olvido.
Dejame mirarte,
para jámas
inútilmente evocarte,
en mis sueños infatigables.
Dejame mirarte,
y eternizar con tus besos
el precioso instante.