OCASO TIERNO
Oigo las aves/ escribiendo versos/ en el silencio/
la brisa que gime de alegría
y mece los árboles… entre sus brazos,
como madre que a su niño duerme.
En plena quietud, observo y miro…
el telón de la noche
que poco a poco se desliza/
tiñendo mis ojos, de nostalgia.
Veo a lo lejos, en el infinito/
pequeñas nubes que alineadas…
parecen montanas sobre la tierra.
El sol de oriente bañado en carmesí
hace el cielo más vivo/
azul y blanco, gris- y púrpura, dorado-
bellos colores de la vida.
Con tenues rayos… que apenas se bifurcan,
el astro triste/ se despide/ de su amada tarde;
y todo esta semi-estático…
esperando que el tiempo se apresure a su paso.
Ya saludan las luciérnagas/ como luces intermitentes,
y los sensibles grillos/ comienzan a musitar.
Libélulas, gorriones y zancudos…
el aire poblado de aves
y sobre la hierba, yo/
en melancolía y triste ahora,
pues me tengo que marchar.
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