“Ya viene mi amor a verme
salvando montes y valles,
el sólo quiere tenerme
yo muero por sus detalles”…
(coro)
Cantaba por los caminos
que van del pueblo al valle,
una moza de finas formas
con cantares angelicales.
En los campos de ahora y antes
donde crecen los cipreses,
también crecen escondidas
las pasiones encendidas.
Ya era parte del paisaje
el amor de ésta pareja,
él dejaba sus parajes
por los encantos de Aleja.
Allá llegaba el amante
en un appaloosa de anca nevada,
ella lo recibía sonriente
estaba enamorada.
En medio de los matorrales
callaban los suspiros matinales,
mientras el caballo vigilaba
por si alguien se acercaba.
Era un amor tan puro
como el día transparente,
que terminó siendo bendecido
en las aguas de la fuente.
Delalma
Martes, 01 de febrero de 2011