Mar inmenso que inundas mi camino,
Me acercaré a Tí, en un rompeolas.
Disfrutaré la inmensidad a solas
con la caricia de las mieles de Tu vino.
Y si algo se interpone en Mi destino.
Será el paroxismo de Tus olas,
y después de la resaca. La aureola,
a un Ente renovado Peregrino.
Que cambiará su coordenada este,
y en tinta sepia escribirá la historia
al elevar sus alas, al azul celeste.
seguirá hacia la senda de la gloria
sin importar el vendaval terrestre.
EL AMOR SE CONQUISTQ EN LA VICTORIA
Claudio