Tu, que envuelves mi ser con tu magia,
no sabes como necesito de ti ...
de tu presencia cálida, del lustre de tu sonrisa,
del júbilo de tu mirada, ¡Oh, Tania!
eres mi Eliseo, y yo tu nada, me das tanto, te doy poco ...
Tu, que eres la morfina de mis penas,
no sabes como pienso en ti ...
en la sabia justicia de tus palabras,
en la deliciosa paz de tus manos,
¡Oh, Tania! compañera fiel
dame a mi esa paz que tanto anhelo.
Y cuando yo, en sombras me encuentre,
sienta en la brisa el aroma de tu paz,
levantaré la cabeza y buscaré en la soledad,
el sol que esta oculto en mi, ¡Oh, Tania!
eres mi Eliseo, y yo tu nada;
me das tanto, te doy poco.
Todos los derechos reservados ©,Giannia 2009, prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.