Muerto en vida
Ha claudicado a la existencia
Por un efímero acontecer;
Tristeza, agonía y desdén
Son los sonetos de cada día
De su mirar luctuoso
De su falta de interés.
Muerto ya su corazón
Palpita en agonía
Sin marcha atrás, perecer
Parece ser la única salida
A un destino fatal
Que carcome su risa
Ha muerto ya
Y con él la euforia
La adrenalina,
El ímpetu que guía a los días;
Nihilismo en las alharacas
Ecos en la brisa.