En el silencio de la noche, una vez más,
cuento las horas pensando, pendiente…
de la persona que tengo a mi lado,
la incertidumbre, el dolor, la rabia, la impotencia,
y rezo y pido ¿Qué hacer Señor?
No quiero pensar lo peor, no quiero llenar,
mi alma de dolor, se que no duerme,
que se hace el dormido, para no hacerme sufrir,
yo, hago lo mismo y así pasa una hora,
y, luego otra, hasta el amanecer
nos agota, entonces el dormir ya no hace falta
¿para qué?
No quiero pensar, tengo que luchar, lo tengo
¿Cuánto tiempo? Me pregunto, no quiero perderlo,
necesito su aliento, su respirar cerca de mí,
el calor de su mano, cogida a la mía,
para poder dormir, para poder soñar.
No quiero pensar, se deja oír el reloj
y su maldito tic tac, en la noche oscura,
que parece una eternidad.
Las luces del alba, aparecen ya,
se mueve en la cama, su mano me busca,
sabemos que estamos despiertos,
que estamos pensando…
pensado y callados.