Quien de los dos se rendirá primero,
dime amor quien sera, si tu orgullo o
mi vanidad.
Cual de los dos cederá ante este amor apasionado,
tu con miradas frías, viéndome de vez en cuando,
o yo viéndote enfadada y disimulando.
Acaso durara esto por siempre, sera que somos tan soberbios,
que preferimos declinar ante este amor, antes que verle germinar.
Podrá mas la fuerza de nuestro orgullo,
que lejos nos mantendra,
a la fuerza de la pasion,
que nuestra sed puede calmar.