Una tarde de verano fue cuando encontré tras un monitor el motivo por el cual hoy mi alma se quebranta….
Un “hola”, que hoy es un “adiós”, un suspiro de ilusión que hoy es una lagrima de olvido.
Era tan perfecta la jugada que nos preparaba el destino, conociendo el rostro de la voz que tantas y tantas noches alimento la fe de amar conocí el dolor que día con día termina con mi fe de amar.
Quisiera regresar el tiempo a ese día tan especial en el que mi boca dijo “si”, y así poder cambiarla por un rotundo “no”, pero para que engañarse, si volviera yo a nacer, permitiría al corazón volverse a perder solo por tener unos meses junto a la persona que estremeció cada parte de mi ser.
Recuerdo que nos regalamos una noche en la que nuestras vidas cambiarían una estrella tan fugaz como lo fue nuestro romance. Mas sin en cambio, quisiera que fuera fugaz el olvido y así no seguir atormentándome con el recuerdo de la miel de tus besos derramados sobre mi piel.
Ya de esas tardes y noches en las que nuestro corazón palpitaba al ritmo de nuestros suspiros, solo…. solo queda un recuerdo fugaz…