Mis labios en los tuyos son contentos.
Gozan rico placer, que yo les doy.
Un ay revienta tu ay, cuando de doy
atorando la lengua en ardmientos.
Amanecen mis labios en tus labios
revueltos, consumidos en la cama.
Fragancia prohibida, que reclama
el deseo imponente a tus atavíos.
Por tus muslos mis manos resbalando
te adentran la caricia derramada...
Oh placer,Salvador,que, desmayada
en mis brazos quedas amor gustando.
Enroscada en tus piernas voy buscando
el escape de cuerpos tan ajenos;
lujuria del placer entre los truenos
de quejidos violentos en comando.
Gemidos y susurros van saliendo
de cuerpos enrollados que, cuán gritan,
apretados en el amor se excitan,
se muerden el orgasmo discurriendo...
Aullidos nos golpean jadeando...,
el viento va albergando los sentires,
se acomoda tu cuerpo en mis decires,
dominante del tiempo vas jalando.
Descansados los cuerpos del Amor
-hecho amor entre sábanas sedosas-,
que horas fueron amados, cuán gustosas,
en brazos duermen de ardiente fervor.
Ser van tranquilizando las pasiones.
Los cauces de las aguas van menguando,
respiran los moomentos contrabando
entre las pieles,huellas y lesiones.