Como alma enjaulada
pero a gusto en la terraza,
despierto intereses en mi persona
agudizando los sentidos,
iluminado, a la luz de las estrellas,
por una farola.
Viviendo el instante y respirando
!Profundamente! bajo el desaliento
de una vida pasajera y comoda
que no encuentra sitio para el sufrimiento.
Evidenciando los derechos espejo
las arrugas jóvenes de la experiencia.
Ya no ando como un sintecho
buscando flores en el desierto,
sino arenas en la pradera...
Para conducirme a la misma suprema conclusión
Subir más cansado si cabe un peldaño de la escalera.