QUIEN es PROFETA de su DESGRACIA:
Pudiendo ver parado a la ventana del cuarto, cada amanecer al despertar, sin tambalearse y caer, por sentir una lágrima de impotencia correr, por lo que ha de acontecer muy pronto ante sus ojos, como reflejo inequívoco de una vida, vivida en plena soledad aprendida...,
Al lograr encontrar todas y cada una de sus lágrimas de estío, caídas en las arenas del tiempo, por los espacios reiterativos de ausencia en los brazos y que quedaron desparradamente perdidas por un destino marcado, antes de poder nacer y crecer sinceramente fuerte, la flor de la vida y del amor...,
Sin morir en el intento, por revivir con sumas tristezas, su divino pasado mirando al cielo, con la paz que guarda el silencio para un solitario corazón, que desea seguir latiendo al unísono de una vieja canción...,
Con el riesgo de ser verdad un día y por solo un día, Sol y sombra, por ese destino marcado sin saberlo, llevando a su espalda, la pesada cruz de su desgracia, caminando a paso corto pero seguro, por ese mismo camino conocido, que tanto recorrió, tomados de la mano, presintiendo esta vez, que esta será ida sin regreso, al no volver la mirada un instante, su gloria y orgullo han quedado bien atrás para la historia, si con lágrimas y profundo dolor del alma se recuerda en silencio, momentos divinos que fueron detalles consentidos por lo más querido y amado en sus brazos, durante tantos años vividos, pero sin olvido sentido...,
Sentado sobre una piedra, portando un largo lamento, de donde fluyó por un nudo en la garganta, mi primera lágrima cautiva que finalmente derramé sobre una piedra y luego fueron dos, una por ti ausente y otra por mi presente, hasta que poco a poco de aquella pobre roca a orillas del río, solo quedó la sombra sin nombre, por tantas disyuntivas que aun hoy, no he sabido descifrar.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 04022011 10:30 PM.