Busco algo que no duela, que ya no nos despierte.
Un mar azul en sueños, semejante a la muerte.
Oráculos secretos, un leve vuelo de ave.
La hierba verde y fresca de esa mañana suave.
Busco un nicho de mármol para este cuerpo inerte.
La ausencia y el recuerdo nunca podrán perderte.
Un río que aún fluya, que la sangre nos lave.
Que nos ate al olvido, que al fin en fin acabe.
Queda lo que no tienes y no te espera el cielo.
Y ahora estás tan frio, tan solo y tan distante,
Tan fuera de este mundo, tan lejos de tu anhelo.
Las llamas fueron altas pero hoy las guarda el hielo.
El tiempo y las cenizas ardieron ya bastante.
Podrá pasar la noche mas no parar el duelo...