Soy de las fértiles tierras
que vieron nacer a Roa Bastos.
Las que fueron bendecidas
con el rojo de las sangres.
Las mismas flores me adornan,
las de los jazmines blancos.
Y el mismo cielo me cubre,
el azul del infinito.
Colores rojo, blanco y azul
forman mi heroica bandera.
Con una estrella brillante
Y un bravo león por escudo.
Es aquí donde nacieron
los que ofrendaron sus vidas
en dos guerras desiguales
de la envidia por rivales.
Soy de las mismas tierras
De las arpas y guitarras.
Las de los cantos de amores
de los honestos varones.
Aquí florecen las rosas
que ornamentan cabelleras,
y de aquí parten las mieles
para el beso de mujeres
En estas tierras de encantos
se yerguen mis sentimientos,
por eso estoy orgulloso
de mis versos y canciones.
En esta tierra de historias
nació Augusto Roa Bastos,
el que escribió “Yo, el Supremo”
y me enseñó a callar mis glorias.