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CADA vez, que me MIRAS de LEJOS

CADA vez, que me MIRAS de LEJOS:




Tiemblo, sé que tiemblo, cada vez, que levantas la vista como recordando el pasado en silencio, clavas un poco más la daga al sentimiento herido, que hoy llamo, dolor de ausencia dentro de mi corazón, amada mía...,

Pienso, claro que pienso, en todo lo vivido, añorando lo que nos faltó por vivir, sintiendo amor en los brazos del olvido, cada amanecer al despertar, con un beso y una flor, mujer amada...,

LLoro, sí que lloro, como el niño que busca desesperadamente captar la atención, para que notando su presencia abandonada en el rincón de castigo, acudas y lo liberes con un beso de perdón, mostrándole con una bella sonrisa de blancas perlas, que el mal tiempo ya ha pasado y ahora vienen, muchos más espacios dedicados para el amor, esposa amada...,


Es vida para mí, la misma vida consentida que un día conocí contigo y que aún siguen mostrando tus bellos ojos verdes, cuando me quieres tener sobre tu pecho desnudo, como llamado al amor a ese mismo amor de ayer tan vivido efusivamente y que a veces despierta solo en ti, recordándolo por instantes sinceros, levantando los brazos, para que seguro acuda, sin tener que abrir tus rosados labios, mi dulce e inolvidable compañera, de sábanas blancas...,

Sosteniendo la mirada por más de un segundo, sin obligación de bajar impetuosamente la mirada por una lágrima tardía, presiento que aun hay una esperanza en algún lugar desconocido, como razón de nuestra existencia despierta, suspirando y suspirando profundamente en soledad, por falta de amor en la piel, mucho amor del bueno, señora mía...,

Viendo tu frondoso cabello de oro suelto a los caprichos del viento, siento revivir mariposas de juventud en el estómago, reflejando por el alma insistentemente en mis tristes ojos, vivos colores de arcoíris por pasión y que fueron atenuados, por los espacios reiterativos, sin tiempo anhelado de amor dedicado, pero que ahora pudieran volver a ver la luz con sentimiento, iluminando radiantemente alegre, como dos luceros frente a ti, tomando tus suaves manos entre las mías, para besarlas nuevamente, reina mía.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 06022011 06:15 PM.