El dolor que no duele,
es el dolor de amarte,
y para que me consueles
tengo que esperarte.
Deja de dolerme
cuando comienzas a amarme,
y comienza a molestarme
cuando dejas de quererme.
En tu alegría dichosa,
despiertas el amor,
para causarme el dolor,
que casi me lleva, a la fosa…