Historia para reír
Había una vez un señor llamado honor que fue donde un hombre, del cual le habían hablado que prestaba dinero sin interés solo para ayudar a la gente, la casa del prestamista quedaba en un pueblo, un poco lejos, al llegar donde el prestamista este lo recibió con mucho calor de hermandad y lo invito a pasar la noche, el prestamista le dice en que puedo servirte, y el señor le dice necesito que me prestes un dinero, este le dijo que lo haría y lo invito a sentarse, luego le dijo quieres comer ahora o después, y Honor le dice, bueno si comemos ahora sería bueno y si no lo haremos después, entonces el prestamista le dice quieres dormir en un colchón en el piso o en una cama, y este le dice bueno si hay una cama sería muy bueno pero si no la hay también está muy bien, luego el prestamista fue y le trajo el dinero y le dijo, te daré este dinero como préstamo pero con una condición que me des como hipoteca un pelo de tu bigote, y Honor se sintió muy comprometido, y le dice facilítame un espejo, Honor se mirra en el espejo y empezó a buscar el pelo mas cortico y con mucha dificultad de arrancarlo saco el pelo y se lo dio en una servilleta al prestamista, el cual agarro y le dio el dinero, luego este señor honor llega a su casa muy contento y en eso ve a un amigo de nombre Bribón , y este Bribón le pregunta que donde andaba y Honor le dijo que había ido a donde un señor que presta dinero para ayudar a los demás sin interés, y este amigo de honor le dice , hay voy a ir a ver si me presta algo, viaja al pueblo y llega donde el prestamista, igualmente lo recibe muy bien y lo invita a sentarse, y le dice quieres comer ahora o después, y Bribón le dice no hombre no hace falta comer, para que comer, luego le dice quieres dormir en un colchón en el piso o en una cama, y este le dice no creo que haya necesidad de dormir, luego el prestamista le dice te daré el dinero con una condición, si me das como hipoteca un pelo de tu bigote, y este señor le dice, !!Eso es lo que me pides! pasa sus dedos por el bigote los agarra completos y los jala de un tirón, el prestamista le dice este jalar no es de confiar, ja ja ja
Con cariño Linda
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