Expansivo,
Abnegado,
Vehemente
Valiente
Hombre de siete vidas, intrépido
Lucha con gallardía, contra el frío
La lluvia constante, viento y nieve
Paisajes patagónicos su escenario.
Con brío resiste el manto de cristal
De las mañanas frías de invierno
Fuerte, criatura hecha por Dios
Se deleita en su paraíso austral
En noches de cielo estrellado
Vigila los rebaños, acompañado
De su perro ovejero y caballo amigo
Guardianes de la riqueza magallánica
Resuelto, fuerte, lucha constantemente
Contra el viento y las inclemencias climáticas
Resiste al frío y la nieve en inviernos del sur
Siempre vigilando y arreando la majada
En las frías pampas magallánicas
Su perro con maestría
Atiende a un silbido de su amo
En gratitud a su amigo
Le ofrece su calor en noches frías
Para resistir el cruel invierno
Amigo insoportable de la estepa
En las sombras de la noche duermen
a campo abierto, cubiertos por el cielo.
El ovejero al amanecer, sigue su caminada
Enceguecido por la nieve y el viento huracanado.
Mientras arrea la nieve hilada por las campiñas
Lucha con denuedo ante el frío y el calor
Cuando los copos de sueños se resbalan del cielo
La manada sigue y el perro amigo las guía
A orillas del sonoro cristal corren sus sueños
En cristalinas aguas sacian la sed las ovejas
En bosques milenarios reposan en atardeceres,
El viento azul enarbola su poncho
El can ovejero abnegado tras sus pasos va
Dejan huellas de esperanza los ovillos de lana
Descansan, fuego, mate y sopaipillas con ají
Dan las calorías que necesita, después de su jornada
Cansado de arriar por blancos caminos australes
Cuando llega la cerrazón cubriendo la tarde
El, esconde sus penas bajo el poncho de lana
Y duerme quieto contando ovejas.
Mas un amanecer y el despierta, al nuevo día
Sabanas rosadas y lilas flamean en el cielo
Viene el sol dorando los caminos
Con rayos de oro entibia el alba
Los” chochos” cual soldados formados
Con sus penachos de colores
Resguardan al sol que allí aparece
Para iluminar la faena pastoril.
Sobre blancos prados traspasando
Oleajes encendidos que danzan
En el cielo cual vellones de lana.
A este ser portentoso, sin igual
Al hombre de la Patagonia.
De la región de Aysén
De la cordillera patagónica
A él sea mi admiración
Al ovejero de Punta Arenas
Enarbolo, ponchos y charlinas
Me saco la boina vasca
Y calzo sus “tamangos” y pierneras
Hago flamear mi pañuelo
Con respeto y admiración
Saludo” al ovejero”
Quien lucha contra el Eolo austral
Del suroeste chileno.
Donde cada madrugada
Construye un nuevo sueño.
Lluvia Tropical
Guisela Montoya Poblete
Coyhaique-Chile , 17 de abril de 2009
REGISTRO DEPROPIEDAD INTELECTUAL
INSCRIPCIÓN NUMBER 149326