Vos no lo ves
pero el mar es un reflejo
que como el viento multiplica todo
y nos cambia.
Vos me mirás
como si fueras el parpadear
de alguna sombra
y reís.
Nunca supimos la certeza
de aquella pobre luz
que escapaba de mi pecho
sin reposo.
Nunca abrazamos la misma soledad
con las dos manos
ni procuramos arder
y volvimos al fuego.
Vos no lo ves
pero florece fuera de mí algún deseo
en un lejano puerto.
Desde entonces despido
la estrella
y apenas consumo la llama
de espaldas al mundo.