Escapo aturdido de aquel amor que fue embeleso,
que se transmuto en críticas y descontentos,
me marcho por caminos desahogados y libres
en una noche sin luna huyendo de tanto martirio,
la pasión que le daba sentido a mi placentera vida
de repente se transmutó en espía de mi existencia,
sus palabras que eran flores suntuosas de amor perfecto
se convirtieron de pronto en vil tormento,
de la mujer que amé sólo le queda mi apellido
porque en este momento de ella quiero distancia y olvido,
ya las noches de tierno embeleso se trasladaron
hacia el abismo sin fin de la salvaje indiferencia,
su voz que era delicada ternura y arrullaba mis sentidos
se convirtió de improviso en apatía e insultos
la casa que fue mi ilusión quedó medio vacía
porque emigro remotamente en busca de una nueva pasión
que le de calma y sentido a mis principios inflamados,
aun llevo en mi piel la fragancia de su adorable cuerpo
y los agraciados momentos que consolidados compartimos,
lo malo lo dejo en el pasado allá donde permanece ella.