Mil y mil vueltas le dio,
y nada de el nació,
mil mas nada se le ocurrió,
ultimo mil y este murió.
Que el debió coger un lápiz,
pero el solo se lo impidió,
que el tenia talento
no se dejó tintero iluminar.
Que mísero desperdicio
ser para nunca conocer
que su vida se inundo
de palabras que nunca escribió.