Anoche la muerte visito mi casa un caso extraño,
Por que solo en películas, novelas y cuentos había
Visto y escuchado algo semejante.
Después del inmenso vacío que ocupaba mi corazón,
Esa tarde del 21 de abril del 1920 en la primavera,
Apenas con el sol fuera comenzaba a lloviznar siendo
esté ocultado por las nubes blancas que pronto cambiaban
De color gris como mi corazón.
Esa tarde después de ambular varias veces dentro
De la casa con mi tristeza a cuesta, me dirigía al baño
quise afeitarme y tomar una ducha fría para calmar
Mi estado del animo estaba desolado.
mi cuerpo desecho y lo único que se me ocurría
Preguntarme era, ¿por qué a mí?
¡En esos momentos no halle la respuesta!
Cuando todo lo que pensaba eran cosas negativas
Pero nunca paso por mi cabeza atentar contra mi vida,
Ese acto litigioso nunca paso a albergar por
Mis pensamientos plenos.
Al comenzar a preparar la navaja de afeitar me di cuenta
De que estaba sumamente oxidada y la regrese a su lugar,
De pronto una mirada fija con el espejo manchoso,
Quería decirme algo pero estaba totalmente mudo he inmóvil,
De pronto emergieron de mis ojos dos gotas de lagrimas que
Parecían pedacitos de cristales brotando de mi cara.
Pupilas dilatadas parecía que tenia síntomas de alguna
Enfermedad.
(En el cuarto de baño)
Aunque estaba solo paresia que escucha los latidos de dos
Corazones en el cuarto de baño, frente a un espejo manchado,
Que solo reflejaba un rostro abatido por el dolor.
(En la habitación)
Después de la ducha fría, me dirigí a la cama y cuando trataba
De buscar el sueño una inmensa nube negra de dudas abarco todos
Mis pensamientos y como relámpago atravesando el cielo se me ocurrió levantar porque no pude concebir el sueño imaginado.
Parreño