Escondidos, gozábamos el uno del
otro, sintiéndonos tan cerca, tan
únicos , ocultándonos de todo
y de todos, Odiando lo que lo enamorados
llaman, Luna, Odiando su luz,
Odiando su presencia,
Sí.
ahí, estábamos los dos.
Nos sentíamos, como quien ve la inocencia
reflejada en los ojos de un niño.
No temíamos, solo vivíamos un instante,
Nada pasaba por nuestras mentes,
Nada era importante.
Solo Ella. y Yo.