CUANTO quisiera TENERTE en mis BRAZOS:
Para extasiarme mirando tus hermosos ojos verdes, llenos de tanta vida y juventud para compartir, sin pronunciar palabra alguna por llamado, pero el tiempo perdido de amar, no perdonó con los años la ausencia de caricias en mi piel, arrugándome del corazón los latidos espontáneos que surgían de mirarte con un sonrisa y el amor sentido al despertar honestamente ya no lo reflejo a través del alma, como lo reflejaba naturalmente ayer...,
Amando tus sueños antes de nacer, siendo a su vez, amado sinceramente en tu anhelado pecho, pero en cosas de amor, nadie es profeta en su tierra por deseo, logrando escribir perdurablemente sobre cuerpos ansiosamente desnudos una felicidad siempre prometida, con las mismas gotas de sudor derramadas en sábanas blancas, chorreadas en el piso, por la pasión alcanzada al final de una noche cualquiera, llevada hasta el límite permisivo de ruptura del silencio, cuando indiscretamente nos sorprendió el amanecer a la ventana aun desnudos frente al mundo...,
Pero muchas cosas del pasado han repercutido, cambiando en el presente su aspecto por forma y manera de ser y entre ellas, estás Tú, amada mía, flor querida que a pesar no floreció a todo esplendor, pero tampoco marchitó su color en el rostro al nunca envejecer por desamor, manteniéndose viva en mis más íntimos recuerdos, por ser Tú, la razón de mi existir desvelado, no dejándote de pensar un solo instante, al no lograrte jamás olvidar.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 08022011 09:15 PM.