"El amor es un sentir especial,/ canción cuya letra nadie censura ni corrige/ y es música celestial/ cuando la orquesta es Dios quien la dirige".
He llegado mujer a tu vida
para mostrarte en forma decidida
la manera más sutil de amarte.
Quiero guiarte, con mimos dirigirte,
que me dejes cuidarte, consentirte
y en todos mis sueños dibujarte.
He llegado a tu vida hoy
para decirte que soy
quien resaltará tus virtudes
y alejará tu amargura,
quien ha de verte segura
para que nunca más dudes.
He venido a bendecir tus días,
a colmarlos de alegrías
y muchas satisfacciones;
acompañarte por la vida un largo trecho
y sacarle el mejor provecho
a todas sus lecciones.
He llegado a tu vida para reír,
para enseñarte a vivir
muy segura de tu persona;
para ser la brisa que te despeina
Y jurarte que eres mi reina
y son mis besos tu corona.
He venido a decirte que te amo
y que esa paz que buscamos
porque precisamos tener calma,
como lección del hombre en la cruz,
la tienes por dentro, es esa luz
que sale del fondo de tu alma.
He llegado a darte de mí lo mejor
y a enseñarte que el amor
puedes darlo siendo generosa.
He de convencerte de que vales
y que el remedio de todos tus males
está en ti mujer maravillosa.
Déjame que haga, que invente, que construya
sueños de amor para ti y que destruya
todo lo malo que te ponga triste
y después de alejar todo aquello que te daña,
que sientas que el amor te acompaña
y sepas que el amor existe.
He llegado, a fin de cuentas,
para lograr por fin que sientas
que alcanzas la felicidad verdadera
y que muy dentro de ti
sepas que mientras me tengas a mí
¡nunca faltará quien te quiera!