La hoja de papel escribe por si sola,
mi ordenador está repleto de letras casi invisibles.
Calma tú, no me tranquilices.
Si las hojas de los árboles no se cansan
de bailar con el viento el mismo compáz.
Pero si la Luna casi tímida se asoma,
no se llena y no me consuela bien.
El que lleva mis hilos ya se cansó,
porque estoy débil y con la cara en el suelo.
De marioneta me inventaste,
una diversión, un juguete.
Y amaba que me besara aquel con
quien me juntó.
Y amaba que me amara aquel
del que me separó.
Puesto que es
Antagónico de su
Belleza
Lo increible de un ser sin invensión
O su belleza que nunca pude comprender.
El destino es mi marionetero,
yo su jodida marioneta.
La obcuridad es una perversión,
de que a mí no me dio silueta.
Inventame, y quítame de sus manos,
reinventame y juntame con él.
↑
Despacio, muy despacio...
Recuerdame y
Hazme felíz...
Shhhhh