No me acostumbro a vivir en soledad,
La vida llena de tristeza y ansiedad;
Ya no concibo esta eterna realidad,
A nadie tengo y siento infelicidad.
Tengo vacío a mi pobre corazón
Ansioso de alguien para entregarle su amor,
Loco y ya casi ha perdido la razón,
Porque no escuchan ni atienden su clamor.
Siento una daga que me hiere sin piedad,
Un llanto negro que brota de mi penar;
Una agonía sombría y llena de maldad
Que entro en mi alma y no se como sacar.
Sal de mi vida soledad déjame ya,
Deja que encuentre alguien que me sepa amar;
Deja que entre en mí la felicidad,
Deja que logre mis heridas de amor sanar.