Puñales me van clavando
las arenas del desierto.
Heridas que van sembrando
rojos claveles de huerto.
Odio en mis venas no cabe,
cabe el amor que profeso.
Sólo mi corazón sabe
plantar quereres de beso.
Solo en la vida camino.
Aires me son amargosos,
que me soplan del Espino,
siendo alfileres pinchosos.
Ilusión de vivir me hago.
Un día estaré contento.
Nudo y rejas deshago.
Mi adentro espera un portento...