RICARDO ALVAREZ

PRADO DE PETALO - de p.grales de amor 29

 

De ti he salido mujer,

del fuego mortal de tu abrazo

golpeado como un aspa vieja

del molino llovido por la piedra.

 

Salgo obeso de entre tus senos

y casi muerto por la uva de tu suspiro

y de sus laderas de monte y cerro

caí desparramado hasta tu ombligo.

Como un racimo preñado en primavera

en  una camada de multitudes de hijos

 

De tus muslos magnéticos

huían los pájaros del canto metálico

Entre las abras carnales y blancas

penetre como bélico guerrero impetuoso, y

 la esponja celeste de tu entrepierna

me absorbió hasta la ultima gota de sangre en las venas.

Y volví a forjarme como el hierro

en el crisol ardiendo y

emergí poderoso ,

con bríos de heredero de batalla.

 

Me sumergí tenaz y renovado

lavando tu ombligo de pasa hundida

y paseando mi mano libre

en la alameda de tu pubis fresco.

 

 

¡ Pero otra vez la constante ¡

      Tus raíces de brazos

me estrecharon como archipiélago,

y de mi garganta súbita brotó hasta el

mas el profundo secreto que ignoro

 y antes que los meridianos múltiples

de tu cuerpo de mujer y tentáculo

me dejara sin una próxima aurora me incorporé y

doblando mis rodillas crujientes,

te adoré como la creación terrenal más viva

y a tu hora poderosa vi sucumbir la flor blanca

y festejar la vida precipitada.

 

Celebrándote como una reina

diosa del color,

en tu prado de pétalo encendido.