Desde el inmenso firmamento,
deciendes mi bella y radiante luna,
entrando en mi aposento,
sin causar molestia alguna.
Vigilante estas de mi sueño,
alla sentada en la altura,
mi bella y radiante luna,
tu ers tan blanca y tan pura.
Junto a los angeles y arcangeles,
con un gran esfuerzo,
me protejes de todos los males,
con el permiso del creador del universo.
Elviento transformado en suave brisa,
mi bella y radiante luna,
en las noches me acaricia,
arrullandome como a un niño en su cuna.
CHARLIE