JUPITER - ZEUS
Dios supremo del Olimpo
árbitro soberano y regulador de las cosas
distribuía los bienes y los males
y estaba armado del trueno y del rayo.
VENUS - AFRODITA
Diosa del Amor (la más popular en Grecia)
de la confraternidad, de la primavera y de la vegetación
presidía los placeres con fiestas muy obscenas
esposa de Vulcano y amante de varios dioses.
CUPIDO - EROS
Dios hijo de Marte y de Venus
sus flechazos encendían en los corazones
el fuego de pasiones indomables
estaba provisto de flechas de oro y de plomo.
MINERVA - ATENA
Hija de Júpiter, diosa de la sabiduría
de las artes y de la guerra
símbolo del progreso intelectual
y principal atención del pensamiento.
MERCURIO - HERMES
Dios de la elocuencia y del comercio
hábil mensajero de los supremos
patrón de los viajeros y de los ladrones
así lo catalogaban con esta rara significación.
DIANA - ARTEMISA
Diosa de la luna, de la caza y de los bosques
era una especie de Apolo femenino
evitaba los males y curaba los sufrimientos de la humanidad
divinidad casta nunca dominada por el amor.
BACO - DIONISIO
Dios de la vendimia y del vino
en su honor se celebraban degeneradas orgías
deidad de la fecundación, de los éxtasis y los misterios
de él salieron diversos géneros literarios.
JUNO - HERA
Diosa reina del cielo
simbolizaba la naturaleza femenina
los poetas suelen representarla
como altanera, celosa y vengativa.
FEBO - APOLO
Dios del sol, de la música y de la poesía
de la medicina, de los augurios y de las artes
presidía los conciertos de las musas
su templo de Delfos era el más renombrado.
CERES - DEMÉTER
Diosa latina de la agricultura
era la divinidad de las mieses
dispensadora de los frutos del suelo
distribuía en su templo trigo y pan a los pobres.
NEPTUNO - POSEIDÓN
Dios del mar y la navegación
tridente, delfín, toro y caballo sus atributos
dominador de las tempestades
obteniendo el imperio de las aguas.
VESTA - HESTIA
Gran divinidad romana, diosa del hogar
y del fuego para los sacrificios
requerida de amores por Apolo y Neptuno
juró por Júpiter permanecer virgen eternamente.
Víctor Carlos