"No tengo celos de nadie/ pero hoy al despertar sufrí,/ por no saber a qué te huele el aire/ que hoy respiras sin mí".
No puedo estar feliz todos los días
Ni hacer perennes mis alegrías
Pues no olvido que soy humano
Y triste como ves que escribo,
He llorado a veces por un motivo
Y también he llorado en vano.
Quiero cumplirte cada capricho,
Pero en ocasiones, del dicho
Al hecho el camino es complicado
Y en cuestiones relacionadas al amor,
Confieso que soy el pecador,
Pero no admito el pecado.
¿Sabes? Soy de tu mismo planeta,
Con el mismo ideal, la misma meta
Y no estoy nunca libre de errores.
Mis instintos de hombre al amarte
Pueden ser una obra de arte…
O convertirse en los peores.
Yo me presento así como soy
Y día a día te entrego, te doy
Lo mejor que hay en mí…
Éramos humanos los dos,
Yo nunca te dije que era Dios
El día en que te conocí.
Y te amo… lo hago, lo hice,
y con toda mi alma quise
Abrirte todo mi corazón…
Sabes que fui hombre y fui niño,
Con valor para ganarme tu cariño
Y humildad para pedirte perdón.
Pero podía, sí podía equivocarme,
Nunca has debido idealizarme
Y creer que jamás sucedería…
Yo como cualquiera me equivoco
Y a dejar de ser un poco loco
No me acostumbro todavía.
Porque mi locura te hacía reír,
Y siendo loco te enseñé a vivir
Cosas que con nadie has vivido.
Hasta la fantasía más increíble,
Para arriesgarme hasta lo inconcebible
Y sólo temerle a tu olvido.
Ya ves, esa locura en mi personalidad,
Llegó a ser para ti mi mejor cualidad
Y a la vez, fue también mi defecto…
Porque supe amarte a mi manera,
Pero era un mortal como cualquiera…
Y tú creíste que era perfecto.