Adrian VeMo

La Jardinera

Manos celestes

vibran ahí el sabor de la vida

cuando acaricias

y luego sumerges

tu suavidad de pétalo

en la tierra. 


Le crecen raíces a la esperanza

al color

y a la espina de metal.

En tus uñas

se presiente el olor a flores,

la alegría

y el baile de ellas. 


Eres toda bella

cuando te ensucias de tierra,

puedes estar desnuda

pero cubierta de vida;

tu sudor es agua verde

cuando resbala

y cae a esa cuna de raices. 


Esperaré los aromas

con los ojos abiertos

la testura del tallo

y la sonrisa de las rosas.