Mis Ojos,
Despertarán cada mañana con el sólo deseo
De contemplar tu último sueño de la noche.
Serás el foco de mi perspectiva,
El objeto y el sujeto de mi visión;
Conjugaré contigo los verbos ver, mirar y contemplar,
Con el de la observación más profunda de tu realidad.
Serás mi espejo, mi conciencia, mi voz interior,
Que me reclama y me hace levantar en las caídas;
Que me aleja y a la vez me acerca a mis temores
Y me soporta y me rechaza y me hace renacer.
Valdría la pena también dejar de enfrentar nuestras miradas
Y ver más lejos, en la misma dirección,
Donde podamos contemplar juntos el horizonte
Y dibujar una visión nueva donde habitemos en un hogar feliz.