Lord VanVle

La fragancia de DIOS

Siento la pureza de tu amor en la brisa que roza mi rostro,

 aspiro tu fragancia en el rosal del jardín que absorben mi cuerpo,

miro tu radiantes en los destellos de luz que caen sobre mi piel,

contemplo tu grandeza cuando observo al cielo y miro la luna, el sol y las estrellas,

mi alma se admira al descifrar  tanta belleza y dedicación,

en cada una de las personas que has puesto sobre la Tierra Oh! DIOS,

mi corazón gime de alegría en adoración

porque tu misericordia  y perdón nos han cobijado,

Tú, que tienes dominio sobre las alturas, potestad sobre la Tierra, 

has tenido la delicadeza de guardar mi vida a pesar de mis pecados

que borran parcialmente tu sacrificio en la cruz.


Hoy salí a la calle feliz porque sabía que la diestra de tu justicia me sustentaba,

hoy vi a mamá reír y te agradecí tu gesto de bondad,

hoy recordé cuando hallaba en el lecho de muerte buscando la salida de los cobardes el suicidio,

y recordé que tu amor es infinito y trasciende todo conocimiento y todo corazón,

hoy el rocío de tu Espíritu me inspiro y por eso escribo esta pequeña adoración,

a Ti, mi único DIOS DE BONDAD.

Tu fragancia, tu amor, tu compresión, tu salvación

la veo cada instante de mi vida,

mi parpadear, caminar, pensar y palpitar están guiados por tu Espíritu de verdad...

 

Derechos reservados: Iván E. Velandia Larrota