"Si suponen que el Titanic soy yo/ y te preguntan por qué está hundido,/ diles que ese barco se hundió/ en las aguas heladas de tu olvido".
Una cosa es lo que decimos
Y otra aquello que se calla,
Esas promesas que hicimos
De ambos luchar por olvidar,
Al menos yo estoy por dar
Por perdida esa batalla.
Ya ni durmiendo te olvido,
Casi hasta me vuelvo loco,
Infructuosos pues, han sido
Mis intentos más recientes,
Ya no sales de mi mente
Y de mis sueños tampoco.
Me resulta muy contradictorio
El tiempo que en esto llevo,
Pareciera ser obligatorio
Sentirme perdido como estoy,
Ni han pasado 2 minutos y voy
Nostálgico recordándote de nuevo.
Me refugio en una canción
A ver si tu recuerdo se retira,
Para darle motivos al corazón
De latir por otra realidad
Y jurarle que es verdad…
Aunque sepa que es mentira.
En la noche más te anhelo
Y te recuerdo también…
Dos astros en el cielo
Se asemejan de hecho,
A los del cielo de tu pecho,
Debajo de tu sostén…
Ahí sigo sin detenerme
Recordándote en detalle
Y no logro convencerme
De que todo lo que me pasa,
Es que no te olvido en mi casa
Y ni siquiera en la calle.
Porque no hay escapatoria,
No la hay, Dios bendito…
Creo que en esta historia
Que ambos hemos vivido,
El capítulo donde te olvido
Todavía no se ha escrito.
Hasta el clima va confabulando,
Afuera llueve y no escampa…
Pareciera que estoy jugando
Al juego del olvido contigo,
Si alguna vez olvidar consigo
Será porque hice trampa.
Ojalá fueras sólo un dibujo
Y yo hoy pudiera borrarte
O que tuviera dotes de brujo
Y me bastara una palabra,
Exclamar “abracadabra”…
Y en un segundo olvidarte.
Nunca ha sido así de sencillo,
Desde que de mí te alejaste
Lloro como un mismo chiquillo,
Pronunciando tu nombre mujer,
Torturándome por no saber
Si acaso de mí ya te olvidaste.
Tengo un gran cargo de conciencia,
Recuerdo tu risa, tu llanto, tu piel…
Olvidarte juré por Dios y su esencia
Y aunque mi olvido el mundo supone,
No sé si el propio Dios me perdone
Haber jurado en vano por Él.