Sonrisa inquieta, ojitos traviesos que miran la vida
iluminando el cielo de sus fantasías de mujer hermosa,
su voz es un canto , de amor y alegría,
sus sueños palomas que surcan su vuelo.
Sus manos prodigios de caricias plenas,
su vida es poema, de ternura extrema,
para mí, es alegría y dicha compartida.
Laborando a diario en la lucha por la vida,
construye su mundo partiendo de un sueño,
el sueño de ser grande, como ser humano
como mujer plena, feliz, realizada.
Así es María Luisa, con sus años mozos
como cascabeles, siempre resonando,
como mariposas siempre alborotando.
Ella es mi alegría, mi niña pequeña,
mi niña morena de belleza extrema.
Es dulce y es fuerte
música y poema…. canción de agua fresca.
Cuando la contemplo, sonríe mi alma
cuando la escucho, resuenan campanas.
Cuando ella me mira titilan sus ojos como luceritos
y la noche oscura de pronto se enciende.
la luna aparece cuando ella me mira.
Ella es María Luisa, mi niña pequeña.